Charla desde lo alto de la vida

LEONARD COHEN & PILIPH GLASS: “The book of longing.

A veces, siempre que tiene ocasión, al Náufrago le gusta escuchar a la gente que ha ‘vivido’. Ya sabe que todo el mundo puede pensar que ha vivido, pero hay vidas y vidas, vivires y vivires. Cuando el Náufrago dice ‘vivir’ se refiere a personas que se han hecho a sí mismos desde las dificultades, los problemas, las contradicciones, aquellos a los que la vida no se la han dado hecha. Los desequilibrados en el sentido más amplio y más profundo de la palabra. Los que un día vivieron más o menos intensamente y luego cayeron, y se levantaron como pudieron, para volver a equivocarse y fueron aprendiendo leyendo el libro de sus ‘fracasos’

Ayer tuvo la suerte de asistir a una charla entre dos personas de éstas. Comentaban desde sus cumplidos 70 años, cómo les había tratado la vida, lo ‘poco’ que habían aprendido y lo mucho que estaban dispuestos a descubrir. Hablaban Leonard Cohen y Philip Glass, un canadiense y un estadounidense, un poeta y un músico. Repasaban sus 25 años de amistad, lo que uno ha aprendido y sigue aprendiendo del otro:

  • - L.C. Eres como mi hermano. Aunque, para serte sincero, siento que más que colaborar hemos colisionado, como si un iceberg hubiera chocado con un museo en la calle.

  • - P.G. Yo estoy convencido de que las diferencias son lo que hace que una colaboración sea especial y dinámica.
Hablaban de sus vidas y hablaban de la última colaboración. Un día, hace seis años, tuvieron un encuentro en Los Ángeles, sentados al borde de una piscina, leyendo poemas que Cohen había ido guardando a lo largo de los años. Hablaban de todo: de su maestro en el monasterio, del amor; unos eran largos y épicos; otros, cortas meditaciones o pequeñas canciones. Glass quedó sorprendido por la cantidad de emociones y de ideas que despertaba aquella lectura y le dijo “Tenemos que hacer algo”. “Just, do it”, fue la respuesta del ex monje poeta. Y así surgió un ‘concierto’ audiovisual que tomó el nombre del que antes fue un libro: “The book of longing” , el libro del ‘anhelo’, pero también de la nostalgia. Del choque del ‘iceberg contra el museo’ nace ‘un contraste de sentimientos y de estados de ánimo muy nuevo’, sentencia Glass

Y mientras, Glass habla del espectáculo que presenta estos días en Madrid en el Festival de Otoño, Leonard Cohen no estará en Madrid. Quizá como sospecha Pilihp, porque 'ha llegado a un estado de su vida en que puede hacer lo que desea'. Eso que el llama “dulzura de la vida”. Que el poeta recoge de esta forma: “Creo que cuando uno va envejeciendo no es que encuentre la paz, pero sí acepta la naturaleza de las cosas y de la vida”. Y añade: “Es una edad en la que nada se da por hecho, con la mente tranquila, en la que no tienes que agradecer todo, sino, simplemente, disfrutarlo; creo que estoy llegando a ese estado mental. He logrado cierta dulzura en el trato con la vida diaria”.

Quizá sea esto a lo que el Náufrago aspira y que, a ratos, acaricia. Otras veces piensa que nunca alcanzará ese estado, en la medida que desea. Pero ya el propio ‘deseo’ supone una impaciencia que no se acomoda con esa dulzura . Quizá por eso tendrá que escuchar a Piliph:

- “Yo no he alcanzado ese estado de armonía, de calma y dulzura; ni esa sabiduría que siento que has alcanzado tú, pero lo valoro y me llena de esperanza. Con el paso de los años me siento más intenso, más caótico, más complicado”

No hay como asistir a conversaciones de hombres que han ‘vivido’… o tratan de vivir.
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MI VIDA CON HÁBITO

Al cabo de un rato
No sabes
Si lo que añoras
Es una mujer
O lo que necesitas
Es un cigarro
Y un poco más tarde
Si es de noche
O de día
De pronto
Te das cuenta
De la hora que es
Te vistes
Te vas a casa
Enciendes un cigarro
Te casas.
L. Cohen: "El libro del anhelo"



Bird on the Wire

Like a bird on the wire,
like a drunk in a midnight choir
I have tried in my way to be free.
Like a worm on a hook,
like a knight from some old fashioned book
I have saved all my ribbons for thee.
If I, if I have been unkind,
I hope that you can just let it go by.
If I, if I have been untrue
I hope you know it was never to you.

Like a baby, stillborn,
like a beast with his horn
I have torn everyone who reached out for me.
But I swear by this song
and by all that I have done wrong
I will make it all up to thee.
I saw a beggar leaning on his wooden crutch,
he said to me, "You must not ask for so much."





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